Guía de conversación

Medita en las siguientes preguntas, y comparte tus respuestas con tu grupo. Puedes escribir tus pensamientos en tu compu o en un cuaderno.

  1. ¿Consideras correcta la noción de que es imposible ser un comprometido seguidor de Cristo y a la vez manejar tus finanzas irresponsablemente? ¿Por qué sí o por qué no?

  2. ¿Cuáles hábitos de tu manejo del dinero consideras que te han causado un desbalance financiero?

  3. Lee Mateo 6:21. De tus posesiones materiales, ¿Cuáles consideras un tesoro para ti? ¿Tu automóvil, tu televisión?

  4. Lee Lucas 16:13. ¿De qué manera compiten nuestras posesiones materiales con nuestra devoción a Dios?

  5. Hablando de finanzas, ¿Crees que Dios quiere tu dinero? ¿Qué piensas que Dios espera de ti en esta área?

  6. ¿Qué tan difícil resulta para ti confiar en Dios en materia de tus finanzas? ¿Qué harías diferente si tuvieses la confianza de que Dios quiere lo mejor para ti en esa área?

  7. ¿Qué te gustaría que sucediera en tus finanzas como resultado de este estudio?

  8. ¿Cómo te hace sentir la idea de que tu esposa o esposo podrá ver exactamente en qué gastas cada centavo con exactitud? ¿Estás dispuesto a realizar la aplicación de la semana?

Cita de la semana

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Mateo 6:21 (NVI)

Aplicación práctica

¿Cuál es tu estado financiero? ¿En qué gastas tu dinero? ¿Qué tanto ahorras?

La aplicación práctica de esta sesión es realizar un control de gastos durante la semana. De hecho, éste será un ejercicio en curso para el resto del estudio. Al final, nunca más te preguntarás a dónde se fue tu dinero. Lo sabrás con certeza.

Si no llevas un registro, jamás conocerás en qué gastas tu dinero. Si no sabes esto, tu panorama financiero es bastante turbio. En toda empresa, ya sea pequeña o grande, los contadores llevan un registro minucioso de todos los gastos. Así mismo como cristianos, debemos considerarnos los contadores de Dios, pues todo lo que tenemos, lo hemos recibido de su mano y debemos ser capaces de darle cuentas claras a nuestro Padre.

Puedes descargar los archivos que hemos creado para este propósito. No es la única herramienta, ni necesariamente la mejor manera de llevar un registro monetario. Si cuentas con un software de finanzas personales, no dudes en usarlo. O si ya tienes otro método de seguimiento de tus gastos (tal vez el libro mayor de tu chequera o una hoja de cálculo) sigue utilizándolo. El punto no es cómo realizas el seguimiento de tus finanzas, sino que lo hagas.

Hacemos muchos gastos que no aparecen en el estado de cuenta de nuestro banco o nuestras tarjetas de crédito. Una propina, la tarifa del autobús, todo lo que pagamos con efectivo. Para que este ejercicio dé resultado, necesitas escribir toda compra que realices por separado, ya sea con tarjeta o en efectivo, registrando cada centavo. Por el momento, escribe todo como si fuera para ti solamente y no te preocupes por tener que compartir esta información con nadie.