Guía de conversación

Medita en las siguientes preguntas, y comparte tus respuestas con tu grupo. Puedes escribir tus pensamientos en tu compu o en un cuaderno.

  1. Haz un poco de memoria, piensa en tu historia familiar, ¿tu papá (o tu mamá, quien fuera que llevase las cuentas del hogar) era una persona endeudada? ¿Le llamaban de los bancos y las tiendas para recordarle sus pagos? ¿De qué manera afectaban las deudas a la relación de tus papás?

  2. Ahora que tú eres adulto, ¿estás endeudado? ¿Desde hace cuánto tiempo? ¿Qué pensabas al contraer tus primeras deudas?

  3. ¿De qué manera tus deudas limitan tu libertad?

  4. Según tu opinión, ¿por qué es tan difícil salir de las deudas?

  5. ¿Cuáles son los beneficios de vivir libre de deudas?

  6. ¿En cuáles casos consideras que sería inteligente contraer una deuda?

  7. ¿Te gustaría ser libre de deudas? ¿Estás dispuesto a hacer lo necesario para lograrlo?

Cita de la semana

Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.
Proverbios 22:7

Aplicación práctica

La aplicación práctica de esta semana es que comiences a tomar pasos para salir de tus deudas. Es irresponsable hacer caso omiso de tus deudas. Fíjate en las palabras de Pablo en el libro de Romanos. Los romanos tenían obligaciones que cumplir, tenían sus trabajos y facturas e impuestos que pagar, al igual que nosotros. Pablo no pasó por alto la realidad de la situación. La abordó de manera directa.

Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar. Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor. No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.
Romanos 13: 6-8 NVI

Como cristianos, tenemos que cumplir todas nuestras obligaciones. Pero, ¿cómo hacerlo? Hay cuatro pasos que puedes tomar.

1. Orar. Como tu Padre celestial, Dios está ansioso de ayudarte a salir de deudas. No sólo quiere ayudarte; cuenta con los recursos para hacerlo. Pídele a Dios que te dé sabiduría y valor para tomar las medidas necesarias que te ayudarán a salir de las deudas. Dios honra estos esfuerzos.
2. Deja de meterte en deudas. No puedes salir de deudas si sigues metiéndote en deudas. Detén el flujo de salida. Para algunos esto puede representar dejar de usar las tarjetas de crédito y pagar todo en efectivo. Puede parecer anticuado, incluso incómodo, pero es una manera útil de romper los hábitos que te has formado inconscientemente en los últimos años. Cuando te sea más difícil gastar dinero, no gastarás tanto. Ya sea que uses tu tarjeta de débito o pagues en efectivo, el punto es que no aumentes tu deuda. Como muchos de nosotros hemos experimentado, la dependencia en las tarjetas de crédito rápidamente te mete en problemas financieros.
3. Abre un fondo para emergencias. Una de las razones por las que te endeudaste es que no estabas preparado adecuadamente para esos gastos inesperados. Tu coche se averió. Tuviste un gasto médico mayor y no estás asegurado. Tuviste que viajar por causas de fuerza mayor. Lo que sea. Lo último que necesitas ahora es que te caiga otra emergencia financiera y te saque de balance otra vez. Antes de que comiences a trabajar en un plan de pago de deudas, protégete mediante la creación de un fondo de emergencia. Los expertos financieros sugieren que tengas un fondo de emergencia suficiente para cubrir tres meses de gastos. Tu fondo de emergencia te protege de incurrir en deudas en caso de que te suceda algo inesperado.
4. Comienza a trabajar en un plan de pago de deudas. Desarrollar un plan de pago de deudas es una de las medidas más poderosas que puedes adoptar. El primer paso en este proceso es hacer frente a la realidad: Una lista de todas tus deudas para que sepas exactamente cuánto debes. Para ello, llena el Plan de Pago de Deudas que se encuentra en el apéndice. Comienza listando tus deudas desde la cantidad más pequeña a la mayor cantidad (no te preocupes demasiado por la tasa de interés, a menos de que sea una mucho más alta que las otras). A continuación, planea pagar el mínimo en todas tus deudas y el máximo que puedas en la deuda más pequeña. A pesar de que podría tener más sentido financiero empezar atacando la deuda con la mayor tasa de interés, es psicológicamente más gratificante cuando comienzas a eliminar acreedores de tu lista. Esto te da la motivación para seguir adelante. Cuando pagues totalmente una deuda, sigue con la deuda más pequeña que quedó. Continúa con esta estrategia ¡hasta que estés libre de deudas!