INTRODUCCIÓN
¿Qué es un cristiano?
A lo largo de esta serie hemos hablado del porqué el cristianismo tiene un problema de mercadeo. Parte del problema es la terminología. En el primer siglo, la palabra “cristiano” era un término despectivo inventado por las personas que no querían a los seguidores de Jesús. No tiene una definición concreta, lo que nos deja mucho margen para definirla por nuestra cuenta. Tendemos a asignarle a la palabra “cristiano” una creencia doctrinal o política en especial; creencias que son importantes para nosotros. Para algunas personas, “cristiano” es sinónimo de “conservador”; para otras, es sinónimo de “liberal”.
Pero Jesús nunca llamó a sus seguidores “cristianos”. Él los llamó discípulos. Esa es una palabra más atemorizante, porque esa sí tiene un significado definido. Un discípulo es un alumno o un seguidor. Un discípulo aprende y crece al obedecer e imitar a su maestro. Y Jesús dejó muy en claro la forma en la que quería que se comportaran sus seguidores:
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
Juan 13:35 NVI.
LECTURA SEMANAL
Si Jesús nos manda a amarnos los unos a los otros, debemos preguntarnos: ¿Qué requiere el amor de mí? A Jesús le preguntaron en una ocasión cuál era el mandamiento de Dios más importante. Su respuesta nos dice lo que el amor requiere de nosotros:
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:37-39.
Esto significa que cada vez que tomamos una Biblia, enseñamos algo o luchamos con cómo lidiar con una situación difícil, necesitamos filtrar nuestras experiencias a través de amar a Dios y a los demás. ¡Esto lo cambia todo! Jesús entendía una verdad profunda: cuando se trata de influencia, la conducta es más importante que la creencia.
Existen dos categorías de personas que influyen en quiénes somos: los que nos dañan y los que nos aman. Nuestra conducta determina esas categorías, no la creencia. Podemos ser lastimados por personas con una teología impecable, y las heridas que ellos nos hacen pueden durar toda una vida. Por otra parte, podemos ser amados por personas con poca teología, y salir de esa experiencia con una autoestima extraordinaria.
Esa es la razón por la que lo que Jesús hizo y dijo fue tan profundo. Él interactuó con personas con base en sus historias, no simplemente por teología o doctrina religiosa. Él trató a diversas personas de manera diferente porque eran personas diferentes con historias distintas. Todos hemos experimentado esto. Has conocido personas que te han molestado de alguna forma, hasta que escuchas su historia. Sus experiencias particulares cambiaron tu actitud hacia ellos. Jesús siempre vio a través de las historias de las personas.
Para seguir el mandamiento de Jesús de amar a Dios y a los demás: No hagas nada que vaya a lastimarte.
Tu Padre celestial te ama, así que no puedes lastimarte a ti mismo sin lastimarlo a Él. No tomes ninguna decisión moral, ética, relacional, financiera o sexual que vaya a lastimarte.
LECTURA SEMANAL (Continuación)
No hagas nada que lastime a otro.
Toda persona con quien estés cara a cara es alguien a quien Dios ama. Cristo murió por ellos, incluso por aquellos que más te han herido.
No permitas que nada te domine.
Si algo te domina, eso evitará que ames a alguien. Nadie debería tener que competir con tu adicción al trabajo, a la ira, a la pornografía, al alcohol u otras drogas. Rehúsa ser dominado por algo, porque Dios es tu Señor. El amor requiere que te deshagas de cualquier cosa que compita con Su señorío.
GUÍA DE CONVERSACIÓN
1) Habla acerca de alguien que te haya amado bien durante tu infancia. ¿Cómo se ha reflejado la influencia de esa persona en tu vida adulta?
2) Lee Mateo 22:37-39. ¿Qué es lo más retador de amar a Dios con todo tu corazón, tu alma y tu mente?
3) ¿Qué es lo más retador de amar a otros como a ti mismo?
4) En el mensaje se afirma que en lo que respecta a influir en otras personas, cómo nos comportamos es más importante que lo que creemos. Habla acerca de esta idea, ¿estás de acuerdo? ¿Hay algo de esta idea que te moleste?
5) Piensa acerca de una persona en tu vida que sea difícil de amar. ¿Qué requiere el amor de ti en tu interacción con esa persona? ¿Qué puedes hacer esta semana para demostrarle amor?
VIENDO HACIA ADELANTE
Puedes imaginar lo que pasaría en nuestras familias y comunidades, incluso en nuestro país, si durante un mes, nos preguntásemos ¿qué requiere el amor de nosotros? y actuáramos en consecuencia.
Si quieres influir el futuro de alguien, tienes dos opciones: herirla profundamente o amarla profundamente. Lo que crees no es un factor.
CAMBIANDO TU MENTE
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:37-39 NVI.